Hasta ahora no existían publicaciones que confirmaran una reducción de la mortalidad por enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en el mundo, sin embargo un estudio publicado por investigadores españoles ha demostrado que en Europa se ha reducido el número de muertes por esta causa hasta un 26,1% en casi dos décadas.
"Sabíamos que es una enfermedad dramática y que hasta 2003 la mortalidad estaba aumentado, sin embargo este trabajo muestra que empieza a disminuir", ha señalado el doctor José Luís López-Campos, quien ha dirigido el estudio desde el Hospital Universitario del Virgen del Rocío (Sevilla).
En datos globales, en 1994 morían 117,06 personas por cada 100.000 habitantes, mientras que en 2010 la cifra se redujo a 86,48 casos por cada 100.000 habitantes; esto supone que la mortalidad disminuyó en hasta 30 casos por cada 100.000 habitantes.
Por sexos, en hombres la mortalidad por EPOC ha disminuido una tercera parte, pasando de 90,1 a 61,3 muertes por cada 100.000 personas anualmente; pero en el caso de las mujeres solo se ha reducido un 7 por ciento, de 27 a 25,2 muertes por cada 100.000 personas.
En España, los datos muestran la misma progresión también en descenso, así por 100.000 habitantes se redujo de 116,9 (en 1994) a 78,67 (en 2010) en los hombres y de 24,17 (en 1994) a 13,22 (en 2010) en mujeres.
La investigación publicada esta semana en The Lancet Respiratory Medicine y que ha contado, entre otros centros, con la colaboración del CIBER de Enfermedades Respiratorias (CIBERES), intenta identificar cambios de tendencia por países por sexo y año para el período de 1994 a 2010.
Así, la conclusión más preocupante es que "aunque en términos globales de supervivencia se ve la luz al final del túnel", los datos muestran "que el descenso de la mortalidad en mujeres es muy ligera y casi se tiende a estabilizar".
"El evidente cambio que se está produciendo en la tasa mortalidad de la EPOC sirve de punto de partida para seguir dedicando los esfuerzos", advierte al calificar la noticia de "positiva pero con matices", ya que frente a la "drástica" disminución en hombres se observa solo un "ligero" cambio de tendencia en las mujeres.
"La tendencia de mortalidad entre hombres y mujeres se está acortando hasta que llegue un momento que se cruce, de hecho el estudio muestra que si sigue la tendencia como hasta ahora se espera que sea la misma en el 2031", alerta.
El motivo es que a pesar que el consumo de tabaco ha disminuido, tanto entre la población española y europea, la prevalencia del tabaquismo se ha mantenido en mujeres jóvenes. "Es una voz de alarma puesto que la disminución de la mortalidad es a costa de los hombres pero no de las mujeres", añade.
En cuanto a la disminución, López-Campos ha señalado que "ha habido mejoras en la gestión del tabaquismo y del tratamientos y diagnóstico de la EPOC". Asimismo, ha aclarado que ahora existen mejores tratamientos y un mejor diagnóstico.
"Sabemos que la EPOC cuanto antes se diagnostique y más temprano sea el tratamiento mejor pronóstico tiene la enfermedad, con lo que mejora la supervivencia de los pacientes", explica este experto, quien recuerda que "la EPOC podría estar erradicada ya que está relacionada con el tabaco; si no se fumara no habría EPOC".
Las tasas están relacionadas con el consumo
El estudio concluye que este hallazgo está probablemente relacionado con el consumo tabaco en los diferentes países. En Europa, en general, el consumo de tabaco ha disminuido de manera constante durante el últimos 20 años. Sin embargo, el tabaquismo es cada vez más frecuente en las mujeres más jóvenes. Por ejemplo, "en países como España está aumentando entre las adolescentes", advierte.
"Sabemos que las mujeres están fumando cada vez más" y, según este experto miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), "esto tiene un impacto importante en que el descenso de la mortalidad en mujeres no sea tan llamativo".
El análisis realizado permite la identificación de momentos concretos en los que las tendencias hacen el cambio. Esta información, junto con el conocimiento de las circunstancias locales, es clave para generar hipótesis sobre los motivos de dichos cambios; a la vez que podría permitir a los responsables de la política sanitaria obtener evidencias para actuar en favor de la mejora de la salud pública.
"La heterogeneidad obtenida de los datos sobre esta tasa de mortalidad entre los países europeos estudiados debería fomentar el estudio de los factores que condicionan la mayor o menor mortalidad en países concretos así como fomentar nuevas intervenciones e iniciativas para prevenir estas muertes" conccluye López-Campos.