Desde la identificación en 1970 del virus de la viruela del mono en humanos, se han descritos brotes esporádicos en ciertas regiones africanas donde es endémica. Pero desde mayo de 2022 estamos asistiendo a un incremento sin precedentes en el número de casos que ya se han identificado en más de 50 países de distintos continentes. Además de este cambio en su distribución, el virus está mostrando un espectro distinto en cuanto a presentación clínica y población afectada. Para tratar de caracterizar mejor el actual brote y con ello definir mejor su transmisión, los factores de riesgo asociados, la evolución clínica y sus complicaciones, se ha llevado a cabo un estudio colaborativo internacional. En el estudio, publicado en The New England Journal of Medicine (NEJM,) han participado con un importante número de casos Elena Sendagorta, Marta Díaz-Menéndez, Fernando de la Calle y Carmen Busca, pertenecientes al grupo de investigación del CIBERINFEC en el Hospital Universitario de La Paz liderado por José Ramón Arribas. En la publicación participa también José Luis Blanco, investigador del CIBERINFEC en el Hospital Clinic de Barcelona-IDIBAPS y coordinador del WP1 del proyecto intramural MONKPOX-ESP22.
El estudio recoge 528 infecciones diagnosticadas entre el 27 de abril y el 24 de junio de 2022, en 43 centros de 16 países. La mayoría de ellos (98% de las personas infectadas) eran hombres homosexuales o bisexuales, de raza blanca (75%) y el 41% estaban infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH); la edad media era de 38 años. La mayoría de las infecciones se produjeron a través de la actividad sexual (95% de los casos).
Respecto a las manifestaciones clínicas casi todos lo pacientes (95%) presentaban una erupción (el 64% tenía <10 lesiones), el 73% tenía lesiones anogenitales y el 41% tenía lesiones en las mucosas. A la erupción se asoció fiebre (62%), letargo (41%) mialgia (31%) y cefalea (27%); la linfadenopatía también era frecuente (en el 56%). Las infecciones de transmisión sexual concomitantes se registraron en 109 de 377 personas (29%) que fueron estudiadas. Entre aquellos en lo que se pudo identificar una exposición clara (23 sujetos), la mediana de incubación de la infección fue de 7 días (rango 3 a 20). Se identificó ADN del virus de la viruela del mono en líquido seminal de 29 de las 32 personas en las que se analizó.
Se administró tratamiento antiviral al 5% de las personas en general, y 70 (13%) precisaron hospitalización fundamentalmente para controlar el dolor (principalmente dolor anorrectal intenso, 21 personas), por sobreinfección de tejidos blandos (18), faringitis que limitaba la ingesta oral (5), lesiones oculares (2), lesión renal aguda (2); miocarditis (2) y para control de la infección (13). No se notificó ninguna muerte.
En este importante trabajo colaborativo internacional "se ha puesto en evidencia cómo la viruela del mono se está comportando en el brote actual, cursando con una variedad de hallazgos clínicos, tanto dermatológicos como sistémicos, y transmitiéndose fundamentalmente tras contacto sexual. El hecho de que se haya identificado de manera simultánea casos fuera de las zonas en las que la viruela del mono ha sido tradicionalmente endémica, pone de relieve la necesidad de identificar y diagnosticar los casos de manera precoz como medida de gran importancia para contener la propagación de esta enfermedad en la comunidad", según aseguran los investigadores.
Artículo de referencia:
Monkeypox Virus Infection in Humans across 16 Countries — April–June 2022 John P. Thornhill, Sapha Barkati, Sharon Walmsley, Juergen Rockstroh, Andrea Antinori, Luke B. Harrison, Romain Palich, Achyuta Nori, Iain Reeves, Maximillian S. Habibi, Vanessa Apea, Christoph Boesecke, Linos Vandekerckhove, Michal Yakubovsky, Elena Sendagorta, Jose L. Blanco, Eric Florence, Davide Moschese, Fernando M. Maltez, Abraham Goorhuis, Valerie Pourcher, Pascal Migaud, Sebastian Noe, Claire Pintado, Fabrizio Maggi, Ann-Brit E. Hansen, Christian Hoffmann, Jezer I. Lezama, Cristina Mussini, Anna Maria Cattelan, Keletso Makofane, Darrell Tan, Silvia Nozza, Johannes Nemeth, Marina B. Klein, and Chloe M. Orkin, for the SHARE-net Clinical Group* DOI: 10.1056/NEJMoa2207323